ALERGIA E INTOLERANCIA ALIMENTARIA


 

Es el conjunto de síntomas, poco común, debido a la ingestión de alérgenos alimentarios o de medicamentos; se manifiesta por nauseas, vómitos, calambres abdominales, diarrea  y urticaria. También pueden presentarse otros síntomas más graves (anafilaxia, dificultad respiratoria, disnea, ahogamiento).

Otras veces hay picazón en boca o quemazón en mucosas.

La verdadera alergia alimentaria mediada por IGE (inmunoglobulina específica) suele desarrollarse en la infancia sobretodo en niños que tienen antecedentes familiares de atopia (piel con eccemas, sensible, irritable). La primera manifestación suele ser un eccema (dermatitis atópica) solo o asociado a síntomas gastrointestinales.

Al año de vida o antes aparecen síntomas respiratorios alérgicos: rinitis, asma que se agravan con la alergia alimenticia. Esta alergia puede ser identificada por las pruebas cutáneas.

La intolerancia a la leche a veces está causada por una deficiencia de la lactasa.

Los aditivos alimentarios pueden producir síntomas (Glutamato mono sódico) dando asma bronquial y posiblemente urticaria (tartracina, benzoatos). Otros pacientes sufren migraña.

Otras alergias se producen por inhalación: ejemplo: harina del panero, dando asma pero no presentan síntomas al comer la pasta de estas harinas.

El tratamiento después de diagnosticar la alergia específica e identificar  el alimento causante de la alergia, consiste en eliminar este alimento de la dieta.

Hay otros síntomas digestivos que son debidos a problemas funcionales del aparato digestivo. Los antihistamínicos tienen poco valor en la alergia alimentaria. Solo son útiles en las reacciones generales agudas: urticaria y angioedema. El tratamiento prolongado con corticoides no está indicado salvo de la enteropatía eosinofilica. A veces hay que recurrir en casos graves a la inyección de adrenalina.

Publicado el 21-09-2016